Cuesta despedirse. Cuesta ver que alguien crece al lado tuyo y vos no. Cuesta no besarte en sueños, cuesta mucho. Cuesta despertarse todos los días sin saber que va a pasar, o tal vez no tanto. Cuesta ser feliz, aunque a veces menos de lo que quisieramos creer. Cuesta no sentir cosquillas en el alma cuando pienso en las cosas dulce que le susurarraría al oído. Cuesta decir todo lo que pensamos a una sola persona. Cuesta confiar a veces. Cuesta mirar a los ojos de quienes quiero. Cuesta mucho vivir, cuesta demasiado. Cuesta comprender que no soy omnipotente, que no puedo detener muchas cosas. Cuesta olvidarme de otras tantas. Cuesta superar la primera impresión, esas ganas de salir volando. Cuesta no tenerle miedo a caer por un precipicio. Cuesta tener a muchos amigos que se me mueren a cada milésima de segundo. Cuesta no escuchar música. Cuesta no tentarme y llamarte, marcar 49413903 para no sé, contarte que estoy respirando. Cuesta no buscar a esas personas en el msn cada vez que nos conectamos. Cuesta pelearse. Cuesta escribirte, mi alfabeto no tiene tantas letras. Cuesta no llorar cada vez que pienso en que me voy. Cuesta la idea de que no quiero seguir vivo, de que me quiero matar, pero saber que hay otros detrás mio. Cuesta ser testigo de la debacle de uno mismo. Cuesta no sentir como se me tritura el corazón como un turrón en los dientes de un gordo cuando te reís con dulzura. Cuesta no estar enamorado de vos, tan alejado de las fantasías esta vez. Cuesta pensar que me queda tan poco tiempo, que tengo que tomar muchisimas decisiones. Cuesta no pensar que voy a volver a fracasar. Cuesta mantenerse flaco. Cuesta no terminar un libro como los de Auster. Cuesta no llorar cuando uno escucha pro primera vez Adios Nonino o la versión alternativa de Naima de Coltrane. Cuesta tratar de sorprenderte con un chiste nuevo, una nueva morisqueta. Cuesta llegar a donde tengo que llegar a tiempo. Cuesta dejar de lado las ideas que tenía, cuesta. Cuesta no defraudar a la gente. Cuesta encontrarme, saber quien soy. Cuesta no hacerte sentir mal. Cuesta amarte así, hacerte el amor sin penetración, desearte así como estás. Cuesta saber a mis amigos tan mal y yo no poder hacer nada. Cuesta tener libertad. Cuesta llenar los formularios. Cuesta mantener la verdad en un mundo tan lleno de humanidades. Cuesta mantener una conversacion llevadera por msn.
Cuesta.


A mi me costó 19 años y contando...

Porque todavía cuesta.

Y mucho.