ponerse viejo.
Lo empecé a sospechar hace un par de años. Eran atisbos; o sensaciones pasajeras.
Pero hoy medio que tengo que rendirme ante la evidencia.
Siempre que escuchaba a algún/a jovato/a decir que la juventud no es todo, que después de cierta edad se empieza a disfrutar la vida de otra manera y blaaaaah, yo pensaba “yeah, right.” Tal vez porque quien lo decía lo hacía en un tono de patriarca de los pájaros, o –mucho más patéticamente- en un tono de ¿novesquesoytodounpendejo?
La cosa es que eso es increíblemente cierto, y lo comprobé hoy, cuando en vez de sentir acrecentada mi perenne angustia de castración –como hubiera sido lo más lógico- me sentí poderosa, soberana en mi vida, casi feliz, al calzarme mis primeros lentes para leer.
Envejecer tiene sus privilegios.
No espero que lo entiendas.
(caray, qué bien que veo el monitor.)
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Pero hoy medio que tengo que rendirme ante la evidencia.
Siempre que escuchaba a algún/a jovato/a decir que la juventud no es todo, que después de cierta edad se empieza a disfrutar la vida de otra manera y blaaaaah, yo pensaba “yeah, right.” Tal vez porque quien lo decía lo hacía en un tono de patriarca de los pájaros, o –mucho más patéticamente- en un tono de ¿novesquesoytodounpendejo?
La cosa es que eso es increíblemente cierto, y lo comprobé hoy, cuando en vez de sentir acrecentada mi perenne angustia de castración –como hubiera sido lo más lógico- me sentí poderosa, soberana en mi vida, casi feliz, al calzarme mis primeros lentes para leer.
Envejecer tiene sus privilegios.
No espero que lo entiendas.
(caray, qué bien que veo el monitor.)
Zapo Charna a las 3:29 p. m. 
