Es lo que hay
Un día más, una mañana fresca sin calor agobiante en la ciudad, música como siempre para acompañar el desayuno, sin música no puedo estar, me cambio para ir a trabajar y encuentro en mi placard algo que tenía celosamente guardado. Un pañuelo, negro, suave, transparente y con un perfume que todavía es inolvidable en mi mente, el perfume de ella, de J.
Estuve por un buen rato pensativo, viviendo una vez más en mi memoria muchos momentos del pasado en donde fuí inmensamente felíz, y no puedo evitar pensar que pena que fué tan breve, tan breve como bueno, lástima que lo bueno aunque uno lo disfrute suceda tan rápido y sólo quede en el recuerdo, es algo que jamás me va a terminar de conformar, uno nunca se conforma, siempre quiere más y me quedan muchas preguntas, y puedo llegar a alguna respuesta, puedo llegar hasta cuarenta, pero no me convencen y mal o bien, es lo que hay.
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Estuve por un buen rato pensativo, viviendo una vez más en mi memoria muchos momentos del pasado en donde fuí inmensamente felíz, y no puedo evitar pensar que pena que fué tan breve, tan breve como bueno, lástima que lo bueno aunque uno lo disfrute suceda tan rápido y sólo quede en el recuerdo, es algo que jamás me va a terminar de conformar, uno nunca se conforma, siempre quiere más y me quedan muchas preguntas, y puedo llegar a alguna respuesta, puedo llegar hasta cuarenta, pero no me convencen y mal o bien, es lo que hay.