Una experiencia religiosa (?)
Centro de Servicio Toyota
Charna: Buenasssss! Ya llego el espejo que encargue ayer?
Faizar: No, no llego. Te dije que llamaras antes.
Charna: Lo que pasa es que no tengo batería en el celular.
Faizar: Llamame a la tarde.
Charna, subiéndose al auto: bue, quedamo así.
Petiso que aparece de pronto: Ey, ey, adonde vas? Tenes un pancher(?)!
Faizar: Uy, acá hay un tornillo clavado!
Petiso, a los gritos: Deja, deja, no toques nada!
Petiso, agachado al lado de la llanta, y a los gritos: Pero estas llantas tienen que ser cambiadas ya mismo! Las cuatro! Ziv! Ziv! Atende a la señora, cambiale las 4 llantas.
Charna: para, para! Cuanto sale? Tienen que ser las 4?
Petiso, a los gritos: Faizar! Ponele un poco de aire y que se vaya a la gomería!
Charna: Ey, por que reaccionas así!
Petiso, a los gritos: No podes seguir andando con estas llantas! Mira! Son un peligro mortal! Están rajadas! Mira si te explota una llanta! No me quiero imaginar! Cuando cambiaste las llantas?
Charna: Nunca. Desde hace seis años.
Faizar y Petiso hacen plop para atrás.
Charna, sabiendo que iba a hacer el ridículo: Es que nunca nadie me dijo nada…
Petiso se retira ante un llamado.
Charna: Quien este quia?
Faizar: El dueño del centro.
Charna: Que carácter! Siempre anda gritando así?
Ziv: No, no, tiene muy buen carácter.
Charna: ….
El auto de Charna se va a cambiar las llantas. 350 dólares, mas 150 dólares el jodido espejo.
(Charna espera pacientemente. Faizar le charla acerca de la importancia de la seguridad en los caminos, con su acento árabe, que lo hace un poco difícil de entender. Entonces Charna, mientras tanto, lo mira a los ojos, verde claro, que contrastan con su piel morena. Y reconoce los rasgos de una etnia que es la suya. Y se pregunta cuanto habrá de cierto en que todo árabe israelí odia a los judíos con los cuales convive. No ve odio en los ojos de Faizar, y una vez mas, pese a tantas cosas que en la realidad le indican lo contrario, Charna ve en Faizar un hermano primigenio, al que se quiere y se protege, del que se espera lo mismo. Y se le humedecen los ojos, a pesar de pensar que todo el rollo es muy imayin ol de pipol.)
Petiso, saliendo de las oficinas: Y? que paso?
Charna: Están cambiando las llantas.
Petiso, yéndose al taller: Muy bien! Un peligro mortal andar con esas llantas! Peligro mortal!
Petiso, a los 10 minutos, volviendo del taller: Ahora estoy chocho que tenes zapatos nuevos, fuertes, como corresponde!
Charna: Seeee, los zapatos mas caros que compre en mi vida…
Ademas todas las charlas con otros clientes que esperan sus autos, y te preguntan si estas satisfecho con el Yaris, que es un fierro, que hace poco se compro el Corolla, que blah.
El mundo de los centros de servicio es todo un mundo aparte, donde la estrella, el bebe, es siempre el auto. Y Charna lo paso fenómeno aunque le salio carisimo. Por suerte dentro de poco tiene que volver para el service de los 60.000.
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Charna: Buenasssss! Ya llego el espejo que encargue ayer?
Faizar: No, no llego. Te dije que llamaras antes.
Charna: Lo que pasa es que no tengo batería en el celular.
Faizar: Llamame a la tarde.
Charna, subiéndose al auto: bue, quedamo así.
Petiso que aparece de pronto: Ey, ey, adonde vas? Tenes un pancher(?)!
Faizar: Uy, acá hay un tornillo clavado!
Petiso, a los gritos: Deja, deja, no toques nada!
Petiso, agachado al lado de la llanta, y a los gritos: Pero estas llantas tienen que ser cambiadas ya mismo! Las cuatro! Ziv! Ziv! Atende a la señora, cambiale las 4 llantas.
Charna: para, para! Cuanto sale? Tienen que ser las 4?
Petiso, a los gritos: Faizar! Ponele un poco de aire y que se vaya a la gomería!
Charna: Ey, por que reaccionas así!
Petiso, a los gritos: No podes seguir andando con estas llantas! Mira! Son un peligro mortal! Están rajadas! Mira si te explota una llanta! No me quiero imaginar! Cuando cambiaste las llantas?
Charna: Nunca. Desde hace seis años.
Faizar y Petiso hacen plop para atrás.
Charna, sabiendo que iba a hacer el ridículo: Es que nunca nadie me dijo nada…
Petiso se retira ante un llamado.
Charna: Quien este quia?
Faizar: El dueño del centro.
Charna: Que carácter! Siempre anda gritando así?
Ziv: No, no, tiene muy buen carácter.
Charna: ….
El auto de Charna se va a cambiar las llantas. 350 dólares, mas 150 dólares el jodido espejo.
(Charna espera pacientemente. Faizar le charla acerca de la importancia de la seguridad en los caminos, con su acento árabe, que lo hace un poco difícil de entender. Entonces Charna, mientras tanto, lo mira a los ojos, verde claro, que contrastan con su piel morena. Y reconoce los rasgos de una etnia que es la suya. Y se pregunta cuanto habrá de cierto en que todo árabe israelí odia a los judíos con los cuales convive. No ve odio en los ojos de Faizar, y una vez mas, pese a tantas cosas que en la realidad le indican lo contrario, Charna ve en Faizar un hermano primigenio, al que se quiere y se protege, del que se espera lo mismo. Y se le humedecen los ojos, a pesar de pensar que todo el rollo es muy imayin ol de pipol.)
Petiso, saliendo de las oficinas: Y? que paso?
Charna: Están cambiando las llantas.
Petiso, yéndose al taller: Muy bien! Un peligro mortal andar con esas llantas! Peligro mortal!
Petiso, a los 10 minutos, volviendo del taller: Ahora estoy chocho que tenes zapatos nuevos, fuertes, como corresponde!
Charna: Seeee, los zapatos mas caros que compre en mi vida…
Ademas todas las charlas con otros clientes que esperan sus autos, y te preguntan si estas satisfecho con el Yaris, que es un fierro, que hace poco se compro el Corolla, que blah.
El mundo de los centros de servicio es todo un mundo aparte, donde la estrella, el bebe, es siempre el auto. Y Charna lo paso fenómeno aunque le salio carisimo. Por suerte dentro de poco tiene que volver para el service de los 60.000.