Res Cogitans
Estaba yo caminando por las calles de mi imaginación había ya dejado la televisión, cual regalo mundano me había otorgado esta al ver un rostro difuso rubio sonriente de una mujer mas o menos de mi misma edad; retuve nombre y apellidos grabé en mi memoria los datos y comencé a pensar que quizá ella desde la distancia que nos separa podría apaciguar como perfecta desconocida que es mis mas profundas carencias del lado sentimental. El idioma no seria problema empezaríamos a conocernos por el contacto visual si ella no rehusaría a mirarme o se asustase por mi descuidada apariencia propia de alguien que nació con el don de la despreocupación y la virtud de la mas disimulada fealdad, realmente cuando me imagino procuro verme mas o menos galante bien parecido pero esta vez iba a ser honesto con ambas, si mi conciencia contase como tal acompañante de la ignota pero deseada mujer.
Superadas las trabas del primer contacto, y aquí ya entraría en desconcierto, procedería a acercarme paso a paso como en el ajedrez hacia una distancia cortés pero a su vez con declaración de intenciones a ver cual seria su respuesta, si ella se aleja o muestra signos de indiferencia aprovecharía esos instantes para mirarla por última vez admirando sus movimientos así como sus gestos y cada una de sus pupilas, tal vez no me dé tiempo de todo esto pero procuraría engañar al mismísimo Cronos para capturar ese video fugaz, ese cortometraje en mis recuerdos. Pero si por el contrario ella admitiese el más mínimo interés hacia mi persona habría de fijarme si lo demuestra o lo oculta, si no lo demuestra en la primera impresión haría un ademán hacia ella a la antigua usanza haciéndole ver que siento ganas de entablar una conversación, si esta se muestra sorprendida por mi actitud tal vez de una manera tajante o insignificante yo actuaría de una manera mas normal y le diría mi nombre en mi lengua intentando que esta dijese el suyo en la que le concierne.
Las peripecias que sucediesen en el caso hipotético de que ella intentase comunicarse conmigo luego de no haber rechazado mis pasos ajedréciles, haber ocultado el sutil interés presente hacia mi habiéndome despreciado el ademán arcaico yo actuando de forma natural expresándome en mi idioma y ella en el suyo serian rocambolescas y semi eternas o durarían un corto intervalo de tiempo. Sin embargo si ella mostrara o mostrase signos de leve interés hacia este servidor con la imaginación agotada entre dimes y diretes el acercamiento seria más ameno y diferiría de los otros. Primeramente le obsequiaría con una sonrisa made with my feelings que desde un primer momento le indicaría mis mas sentidos sentimientos hacia ella en un lenguaje universal casi tanto como el suyo, su reacción podría ser variada dependiendo de sus gustos o pretensiones pero yo me inclino por describir dos: gusto y disgusto.
Al haberle sonreído ella pudiera o pudiese mostrarse indiferente o esquiva, tal vez negando lo evidente para mí y superfluo para ella, cuestión de sentimientos paralelos o confluyentes según cada expectativa; ella seguramente ejecutaría por antonomasia la clásica sonrisa despectiva en señal alusiva de este rehúso al amor profano desde un punto de vista divino dada su excepcional belleza contada subjetivamente desde mi pueril modo de amar y comprender las relaciones interpersonales según su particular juicio. Por el otro lado queda la afinidad que esa sonrisa sincera pudiese haber producido en la dama y su meticulosa y acertada respuesta, ya que la mayoría de las mujeres sabe como comportarse ante estos casos de galantería torpe e indecisa de hombres como yo, si es que los hay, que habrán de lidiar con estas situaciones; la respuesta ideal seria otra sonrisa y un inicio de galantería por ambos lados, pero dada mi imaginación a la espontaneidad esta opina que la mujer tomará la iniciativa por un motivo o por el otro o simplemente porque la situación lo requiriese.
Habiéndome ganado la atención de esta mujer por mérito conjunto, omitiendo quienes me han ayudando sobreentendiendo esto, queda por saber si la diosa fortuna ejercerá su influencia entre esta semi desconocida y yo o de una manera detestable brillará por su ausencia; si de ausencias se tratase todo quedaría en una charla entre ella y un perfecto desconocido que abogó por sentirse acompañado por la aterciopelada voz y subjetiva adjetivación epíteta de su belleza, más tortura aún para mis quijotescos sentimientos la piadosa partenaire olvidaría la velada en poco tiempo. En cuanto a deidades interceptoras se refiere este exponente del género femenino, subjuntivamente pseudo-machistamente hablando, de una manera objetiva analizarla positivamente, en el caso superlativo de encontrarlas, todas mis cualidades positivas desde un punto de vista critico y arribarla a la feliz conclusión que mi persona no le ha hecho perder el tiempo sino la ha llevado por la senda de la empatía alejándola de toda apatía.
Luego de establecer lazos de afectiva cordialidad nuestras reuniones irían incrementando en tiempo y número o por el contrario irían menguando y decreciendo si le resultase repetitivo y con poco atractivo intelectual, hecha la disyuntiva comienzo por ella, mi imaginación confirma que soy un ser pensante y por ende existo por lo tanto esta me plantea las dos caras de la moneda tratando de demostrarme a mi mismo las posibles situaciones hecha la aclaración demuestra lo monótono y la falsa filosofía que apearían a esta de mi vida. Mi lado positivo estipula algo mutuo irrompible que pide a gritos estabilidad sin embargo todo fluye y mi imaginación advierte la triste realidad su novio aparece en televisión, Internet y prensa.
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Superadas las trabas del primer contacto, y aquí ya entraría en desconcierto, procedería a acercarme paso a paso como en el ajedrez hacia una distancia cortés pero a su vez con declaración de intenciones a ver cual seria su respuesta, si ella se aleja o muestra signos de indiferencia aprovecharía esos instantes para mirarla por última vez admirando sus movimientos así como sus gestos y cada una de sus pupilas, tal vez no me dé tiempo de todo esto pero procuraría engañar al mismísimo Cronos para capturar ese video fugaz, ese cortometraje en mis recuerdos. Pero si por el contrario ella admitiese el más mínimo interés hacia mi persona habría de fijarme si lo demuestra o lo oculta, si no lo demuestra en la primera impresión haría un ademán hacia ella a la antigua usanza haciéndole ver que siento ganas de entablar una conversación, si esta se muestra sorprendida por mi actitud tal vez de una manera tajante o insignificante yo actuaría de una manera mas normal y le diría mi nombre en mi lengua intentando que esta dijese el suyo en la que le concierne.
Las peripecias que sucediesen en el caso hipotético de que ella intentase comunicarse conmigo luego de no haber rechazado mis pasos ajedréciles, haber ocultado el sutil interés presente hacia mi habiéndome despreciado el ademán arcaico yo actuando de forma natural expresándome en mi idioma y ella en el suyo serian rocambolescas y semi eternas o durarían un corto intervalo de tiempo. Sin embargo si ella mostrara o mostrase signos de leve interés hacia este servidor con la imaginación agotada entre dimes y diretes el acercamiento seria más ameno y diferiría de los otros. Primeramente le obsequiaría con una sonrisa made with my feelings que desde un primer momento le indicaría mis mas sentidos sentimientos hacia ella en un lenguaje universal casi tanto como el suyo, su reacción podría ser variada dependiendo de sus gustos o pretensiones pero yo me inclino por describir dos: gusto y disgusto.
Al haberle sonreído ella pudiera o pudiese mostrarse indiferente o esquiva, tal vez negando lo evidente para mí y superfluo para ella, cuestión de sentimientos paralelos o confluyentes según cada expectativa; ella seguramente ejecutaría por antonomasia la clásica sonrisa despectiva en señal alusiva de este rehúso al amor profano desde un punto de vista divino dada su excepcional belleza contada subjetivamente desde mi pueril modo de amar y comprender las relaciones interpersonales según su particular juicio. Por el otro lado queda la afinidad que esa sonrisa sincera pudiese haber producido en la dama y su meticulosa y acertada respuesta, ya que la mayoría de las mujeres sabe como comportarse ante estos casos de galantería torpe e indecisa de hombres como yo, si es que los hay, que habrán de lidiar con estas situaciones; la respuesta ideal seria otra sonrisa y un inicio de galantería por ambos lados, pero dada mi imaginación a la espontaneidad esta opina que la mujer tomará la iniciativa por un motivo o por el otro o simplemente porque la situación lo requiriese.
Habiéndome ganado la atención de esta mujer por mérito conjunto, omitiendo quienes me han ayudando sobreentendiendo esto, queda por saber si la diosa fortuna ejercerá su influencia entre esta semi desconocida y yo o de una manera detestable brillará por su ausencia; si de ausencias se tratase todo quedaría en una charla entre ella y un perfecto desconocido que abogó por sentirse acompañado por la aterciopelada voz y subjetiva adjetivación epíteta de su belleza, más tortura aún para mis quijotescos sentimientos la piadosa partenaire olvidaría la velada en poco tiempo. En cuanto a deidades interceptoras se refiere este exponente del género femenino, subjuntivamente pseudo-machistamente hablando, de una manera objetiva analizarla positivamente, en el caso superlativo de encontrarlas, todas mis cualidades positivas desde un punto de vista critico y arribarla a la feliz conclusión que mi persona no le ha hecho perder el tiempo sino la ha llevado por la senda de la empatía alejándola de toda apatía.
Luego de establecer lazos de afectiva cordialidad nuestras reuniones irían incrementando en tiempo y número o por el contrario irían menguando y decreciendo si le resultase repetitivo y con poco atractivo intelectual, hecha la disyuntiva comienzo por ella, mi imaginación confirma que soy un ser pensante y por ende existo por lo tanto esta me plantea las dos caras de la moneda tratando de demostrarme a mi mismo las posibles situaciones hecha la aclaración demuestra lo monótono y la falsa filosofía que apearían a esta de mi vida. Mi lado positivo estipula algo mutuo irrompible que pide a gritos estabilidad sin embargo todo fluye y mi imaginación advierte la triste realidad su novio aparece en televisión, Internet y prensa.
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